Unidades
Hoy sería el primer día de campamento y, aunque hace tiempo que sabemos que no iba a poder ser, yo pensaba que lo tenia completamente asumido, sin embargo, ahora me doy cuenta de que no solo quiero irme, sino que lo necesito.
Necesito desconectar de la rutina, desaparecer del mundo, que éste se reduzca a los límites del campamento… Echo de menos el levantarnos y tener que pelear con los pioneros para que hagan la gimnasia porque están agotados y que me saque de mis casillas que la noche anterior les hubiera tenido que vigilar para que se durmieran “porque no tenían sueño”. El comer gritando, el sonido de los platos contra la mesa, el cantar a voz en grito, aunque solo unos pocos sepan hacerlo bien… Echo de menos ver la sonrisa de un lobato cuando un compañero se pega un rato escuchando su “increíble” historia de como por la noche un mosquito no le dejaba dormir.
Y, sobre todo, lo que mas echo en falta es la sensación de comunidad que tenemos todos, la gran familia que es mi grupo scout y como conozco y me conocen cada uno de ellos. Puede que no seamos el grupo mas grande, pero me enorgullezco del cariño que nos tenemos, de lo fácil que nos resulta ver cuando alguien está mal y necesita un abrazo, de lo fácil que es ir a cualquiera para contarle algún problema porque sabes que te van a escuchar y ayudar.
Echo todo esto de menos, pero sé que cuando nos volvamos a ver nada habrá cambiado, seguiremos riendo, jugando y tocándonos las narices los unos a los otros. Sé que el siguiente campamento lo vamos a disfrutar a tope porque ahora sabemos lo que es no poder ir a uno, sé que volveremos a forjar nuevos recuerdos todos juntos porque al fin y al cabo eso es lo que hace la familia.
